Tuesday, June 5, 2012

Dieron la vuelta al mundo en 139 días


 

Bruno Nicoletti y Ricardo Cufré dieron la vuelta al mundo en catamarán.
 Salieron del Puerto de Madryn (Italia) el 23 de noviembre de 1997 y regresaron el día 29 de julio de 1998.

Recorrieron 20.202 millas marinas en 139 días de navegación, esto es, un total de 2864 horas frente al timón sobre poco apacibles aguas.

                      SIETE VECES AMENAZADOS:

Los intrépidos navegantes se enfrentaron siete veces a la adversidad antes de llegar a Nueva Zelanda. Allí debieron hacer una escala para reponer un timón del catamarán destrozado por una fuerte tempestad. Superado el inconveniente, retomaron la ruta.


Al retornar hacia la Argentina debieron capear, ya en el océano Pacífico, el octavo temporal, tal vez el más feroz. La rebelión de las aguas castigó duramente el casco durante cinco días.


Cuando la proa apuntaba rumbo al cabo de Hornos, otra nueva tormenta puso a prueba el temple de los marinos. El meteoro se prolongó por bastante tiempo y la nave no salió indemne. El castigo del oleaje, de varios metros de altura, destrozó el tanque de combustible.


En esas condiciones salieron de la ruta y recalaron en el puerto chileno de Valdivia para reparar la avería, no sin antes afrontar la décima borrasca.


"A raíz del tiempo que demoraron en Nueva Zelanda y en Chile las reparaciones del timón y del tanque de combustible, perdimos la posibilidad de cruzar del Pacífico al Atlántico por el cabo de Hornos. Es que los pronosticadores nos aconsejaron cuatro veces desistir de la idea, porque las depresiones eran terribles, con lo cual optamos por regresar por el estrecho de Magallanes", relató Nicoletti.


Una de las características del viaje fue la soledad más absoluta.
"Quise darme el gusto de navegar con viento portante por casi 20 mil millas", dijo Bruno. Para el propietario del Brumas Patagonia, "la ruta que hicimos, en cuanto a navegación se entiende, es la mejor que se puede hacer para dar la vuelta al mundo".




                                       SOLEDAD Y MONOTONÍA:


Sin embargo, acotó: "Hay algo de monotonía, no nos cruzamos con ningún barco y estuvimos en la soledad más absoluta".


 La idea original de Bruno Nicoletti fue hacer este viaje "en solitario". Hace dos años se había lanzado con el mismo catamarán por la ruta de Vito Dumas, pero chocó contra una ballena y rompió el timón, por lo que debió regresar a Puerto Madryn.


 "Fue una suerte muy grande para mí no haberlo hecho ahora en solitario, puesto que con los inconvenientes que sufrimos en este último viaje con los timones y el tanque de combustible, debo decir que la compañía de Ricardo Cufré fue providencial", aseveró Nicoletti.


Tanto Nicoletti como Cufré, lectores devotos de las epopeyas náuticas de Dumas y de navegantes clásicos, como Fitz Roy y Marco Polo, destacaron que su aventura no hubiera sido posible sin los consejos extraídos de esos viajes. 

La cuestión de la soledad fue recurrente en el relato de Nicoletti. Así, evocó que entre Puerto Madryn y Nueva Zelanda no se cruzaron con barco alguno y tan sólo vieron pájaros.


ricardo cufre  No hubo delfines ni ballenas. Eran ellos solos contra la inmensidad del océano. El momento más complicado fue cuando estaban en el medio del océano Indico, ya que en circunstancias en que afrontaban la séptima tormenta perdieron un timón.



                                                                  Ricardo Cufré


                                                              
                                                                           Bruno Nicoletti

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